El pastel de choclo es un plato tradicional de la cocina chilena que se prepara con una base de choclo desgranado y molido, un relleno de carne molida y una capa de queso gratinado.
Junto con las humitas el pastel de choclo es una de las recetas favoritas para aprovechar el maiz, además es una receta deliciosa y fácil de preparar, que es perfecta para disfrutar en cualquier ocasión.
Preparación paso a paso Lo primero será preparar el relleno. Para ello, fríe la cebolla con el ajo en aceite de oliva. Agrega el choclo y las especias al gusto. Salpimienta y cocina por unos minutos, revolviendo constantemente. Deja enfriar antes de armar el pastel.
Casca los huevos en un recipiente hondo y bate ligeramente con un tenedor. Agrega el queso rallado y condimenta con sal. Mezcla bien. Vierte la preparación de choclo y revuelve para integrar.
Forra un molde desmontable con papel vegetal o mantequilla. Vierte la preparación y lleva al horno precalentado a 190°C por 35 minutos o hasta que esté cuajado.
Deja enfriar un poco, desmolda y decora con perejil picado. Sirve caliente.
El pastel de choclo es una excelente fuente de vitaminas y minerales gracias al choclo, y aporta proteínas por el contenido de huevo y queso.
Es rico en fibra, y bajo en grasas si se utiliza queso bajo en grasa y aceite de oliva como grasa para cocinar.
Una porción aporta alrededor de 290 calorías.
Un poco de historia... El origen del pastel de choclo se remonta a la época colonial en Chile.
Se cree que surgió de la fusión entre preparaciones españolas, como el pastel de carne, con ingredientes autóctonos americanos como el choclo (maíz).
Con el tiempo se convirtió en un plato tradicional y hoy es un ícono de la gastronomía chilena.
Una vez que hayas preparado este delicioso pastel de choclo, ¡las opciones son infinitas!
Agrega otros vegetales como zapallo italiano o espinaca a la mezcla de relleno. Reemplaza el queso por ricota para una versión más ligera.
Sirve con una fresca ensalada a un costado. O puedes dividir en porciones individuales y empaquetar para tus almuerzos durante la semana.
También puedes preparar tu propia salsa de tomate fresca para servir acompañando el pastel y así aprovechar todas sus propiedades nutricionales y sabor.